Una vez más la fiesta en que se convierte cada partido en el Pablo Negre no pudo culminarse con una victoria con que premiar a la fiel y entregada afición que se congrega en la grada en cada partido de División de Honor. No queremos convertir cada crónica en una colección de lamentos sobre lo que pudo haber sido y no fue, pero una vez más tenemos que hablar de un equipo que mereció más a buen seguro, que trabajó más y mejor en una progresión palpable y que, si no la victoria, sí pudo haberse llevado un nuevo empate en casa con el que, al menos, verse recompensado.

La grada presentaba ya media entrada a las 12:00 cuando inauguraba la jornada la actuación de las majorettes de Chiclana, una de las novedades del día, y tras el calentamiento, a las 12:30, un grupo de niños y niñas de las Escuelas Deportivas del Club dirigidos por Dani Oliva saltaron al campo acompañando a los jugadores de ambos equipos.

El partido empezó intenso en el medio campo, con pocas y poco peligrosas ocasiones, casi todas del lado egarense exceptuando un par de contragolpes locales que apenas inquietaron a la defensa rival. Los visitantes impusieron su presión en el primer cuarto de hora y casi todo el juego se desarrollaba en el campo del Sanfer. Sin embargo, al tercer intento se consiguió romper la defensa del Terrassa y un contragolpe rápido de los naranjas terminó en el primer tanto, obra de Juan Pedro González, Pery, que, con un remate forzado desde la izquierda batía al arquero catalán.

Poco duró la alegría y a los cinco minutos, merced a un penalti-córner, Oriol Garreta establecía la igualada con un disparo que, ni excesivamente fuerte ni colocado, no intuyeron la defensa ni el portero.

No hubo mucho más en la primera parte y, recién comenzada la segunda, cuando parte del público todavía no había vuelto a sus localidades, Pepe Hurtado volvía a adelantar al cuadro naranja .

Durante los veinte minutos siguientes los jugadores del CH San Fernando gestionaron muy bien su ventaja y realizaron un gran trabajo atacando las pocas debilidades que presentaba el rival, mientras atajaban una y otra vez sus incursiones, no exentas de peligro. Jesús Rivero elogió el buen trabajo colectivo, la entrega y el sacrificio que demostró el equipo en esta fase del juego.

Pero, igual que en anteriores ocasiones, los naranjas siguen sin controlar el juego en los minutos finales de los encuentros ajustados, una asignatura que el técnico isleño reconoce que se ha de corregir para subir ese peldaño que le falta al equipo. El CD Terrassa supo aprovechar estas debilidades y en el minuto 20 Marc Lara volvía a poner las tablas en el marcador.

En el 31, en el segundo de un doble penalti-córner visitante, Joan Elías establecía el definitivo 2 a 3 que ya no tuvo ocasión de deshacer un San Fernando que, como empezábamos diciendo, no mereció perder.

La afición, como de costumbre, no paró ni un segundo y llevó en volandas a los suyos. Ni tan siquiera pareció acusar el mazazo del resultado final, conscientes de que el equipo había hecho un gran trabajo frente a un rival de altura. La marea naranja también en esta ocasión recibió la visita de algunos componentes de la peña Orgullo Isleño, como ya sucediera en el encuentro frente a la Real Sociedad 1927 hace tres semanas.

Reseñar que la afición del San Fernando nuevamente recibió los elogios del club visitante y de algunos de sus integrantes, algo que enorgullece particularmente a este Club sabedores de que si bien queda mucho camino por recorrer, es señal de que muchas cosas se están haciendo cada día mejor.

Resto de la jornada y clasficación

Dos de los partidos que debían jugarse en esta jornada fueron suspendidos por la intensa lluvia caída sobre Barcelona ayer sábado.